Una manualidad rapidita y fácil para regalar a nuestros padres el día de hoy.
He aprovechado que Edgar está malito en casa para hacer esta actividad con él y le ha encantado.
He dibujado un bigotito en una hoja de papel. Lo he rellenado de cola blanca (la he repartido bien con ayuda de un bastoncillo para los oídos).
Y ahora viene la parte divertida. Le das el botecito de brillantina a tu niño de 2 años, que irá tirando brillantina encima del pegamento y de cualquier cosa que se le ponga por delante.
Edgar ha escogido esta brillantina verde porque en estos momentos es su color favorito. Lo hemos dejado secar y luego hemos quitado la brillantina sobrante en el balcón, aunque la casa ya está toda brillante de “magia” como dice Edgar.
Una vez seco lo he enmarcado y lo he guardado en el cajón de papá, para que sea una sorpresa cuando vuelva a casa…
